La acupuntura y la moxibustión son dos antiguas formas de tratamiento exclusivas de la Medicina Tradicional China, que corrigen los desequilibrios del sistema energético humano.
Los dos métodos se aplican sobre los puntos energéticos vitales, ubicados a lo largo de los meridianos o canales, e influyen en el flujo de energía (Qi) que corre por dichos canales. De esta forma se nutren o desintoxican los órganos internos regulando su funcionalidad.
El descubrimiento de estos puntos se realizó, observando las heridas de flechas y de armas sobre el cuerpo que generaban cambios clínicos en otras partes del cuerpo. Los médicos fueron precisando estos puntos y los presionaban o pinchaban con pequeños utensilios de piedra o con astillas de bambú o de hueso y observando los efectos sobre los músculos, sangre, órganos internos y sistema nervioso.
Posteriormente se utilizaron agujas de distintos metales como el cobre, la plata o el oro para punzar dichos puntos. En la actualidad, se utilizan delgadas agujas de acero quirúrgico, descartables y esterilizadas, que no producen dolor en el lugar de punción. Se registran pequeñas molestias cuando ajustamos el flujo de energía del meridiano, manipulando las agujas en formas de giros horarios o antihorarios. Estas sensaciones pueden ser entumecimiento, electricidad o cosquilleo en el punto o en el recorrido del meridiano.
En terapéutica china, utilizamos combinaciones de puntos para corregir el cuadro de desequilibrio, que no necesariamente están localizados en el lugar de la afección. Los puntos que trabajan a distancia, suelen ser los que trabajan más profundo sobre el origen de la disfunción.
Los puntos de acupuntura, son zonas de menor resistencia eléctrica al pasaje de la corriente, por lo pueden localizarse con potenciómetros que miden esa resistencia distinta al resto de la piel. Con respecto a la red de meridianos y los puntos, en 1985, en Corea, el Dr. Kon realizó un estudio donde inyectaba sustancias radioisótopas en los puntos, y realizando un escaneo por centellografía observaba que la sustancia corría por un trayecto similar al descripto como meridianos. Si la sustancia la inyectaba fuera de los puntos, el recorrido se correspondía con el de la circulación venosa o el trayecto de los nervios. Esta es una de las tantas confirmaciones científicas de la presencia de los meridianos o canales.
Dr. Julio César Escot