Numerología China: El Ki de las Nueve Estrellas.
Introducción
Es importante comenzar comprendiendo que los números, han sido para el antiguo pueblo Chino un pilar fundamental en la visión de la naturaleza y del hombre.
Para ellos, los números tienen un valor cualitativo más que cuantitativo. Para occidente, un numero significa una cantidad, mientras que para los orientales, cualidades especificas de algo.
Este concepto es fundamental para comprender la lógica de pensamiento Chino.
Las capacidades cualitativas de la serie numeral son infinitas y la cualidad está siempre presente en el número muchas veces escondida o agazapada- y no debemos pasarla por alto aun cuando cueste percibirla, porque no es inocente pasatiempo ni un manual para el manejo de una calculadora. Los números se usan para razonar en busca de una mejor- mayor información sobre cómo son y están las cosas.
El Ki de las Nueve Estrellas o Kyu Sei Ki Gaku, en japonés, es un sistema de numerología que forma parte de una antigua cosmología basada en la observación y estudio de las energías de la naturaleza. Este conocimiento es el legado de un sabio japonés llamado Wu de Hsia o Fu Xi, que fue emperador de China 3000 años antes de la era Cristina..
El Ki de las Nueve Estrellas es un método que nos permite descubrir nuestra personalidad oculta a través de un sistema numerológico que se asocia a la polaridad complementaria del yin y el yang (femenino-masculino), propiedades fundamentales a partir de las cuales todo lo que nace o se crea, se transforma y disuelve o muere.
En la actualidad es un sistema que se utiliza en China y en Japón, así como en otros países del mundo
El interés y la eficacia del Ki de las Nueve Estrellas está en su enfoque dinámico. Todo en la vida es la interacción de energías, o mejor dicho, de los Cinco elementos o fases de la transformación, que configuran la energía vital y universal Ki.
Este estudio se basa en que todos poseemos una personalidad llamada Adulta, y otra llamada Infantil, que se forman en los primeros meses de vida y no dejan de manifestarse a lo largo de nuestra vida. Cada una de estas dos personalidades que llevamos dentro se encarga de un ámbito particular de nuestra vida, y produce determinadas emociones. Nuestro número infantil es el que nos acompaña hasta los 18 años de edad, a partir de allí el número adulto es el que nos rige el resto de nuestra vida, pero es nuestro número infantil el que aflora en los momentos de crisis o estrés. Su combinación define nuestra sexualidad en el sentido amplio: sentimos mayor o menor confianza con las mujeres o con los hombres, adoptamos actitudes propias de nuestro sexo o las del opuesto, las exageramos o tendemos a atenuarlas, etc.
El balance de ambas personalidades define nuestra capacidad de trabajo, nuestra relación con el dinero, nuestra salud, la eficacia de unos u otros métodos de auto-perfeccionamiento y, por supuesto, nuestros amores…
Dr. Julio César Escot
